¿Debo vacunarme contra el virus del papiloma?
El papilomavirus genital humano (HPV) es una de las enfermedades de transmisión sexual más comunes. Quiere decir que aproximadamente el 50% de la población será infectado en algún momento de la vida. La mayoría de las veces, la enfermedad cursa de manera asintomática y desaparece por si sola con el tiempo. Por esta razón, al no haber síntomas evidentes, el infectado con el virus del papiloma no sabe que lo está y aumenta el número de transmisiones ya que no se toman precauciones para evitar el contagio.
Si la mayoría de las veces desaparece por si sola y sin enterarte...
¿Por qué se insiste tanto en la vacunación contra el virus del papiloma?
El HPV puede tener graves complicaciones, como la aparición de verrugas genitales y bucales ( por transmisión oral y sexual), y la más preocupante de todas es el CÁNCER DE ÚTERO.
Desgraciadamente la incidencia de esta complicación es muy alta, y la tasa de muerte en mujeres por cáncer de cuello de útero se ha disparado.
En los últimos años también se le ha asociado a otros cánceres menos habituales, como el de vagina o vulva y otros varios en hombres.
No existe un tratamiento específico para tratar el HPV. El uso de antivirales es inefectivo. Pero sí se pueden tratar alguna de sus consecuencias y mitigar sus síntomas. ¡Y sobre todo lo que si se puede hacer es prevenir el virtus del papiloma!
La vacuna contra el HPV previene la mayoría de los casos de cáncer del cuello del útero administrándose previamente a la exposición al virus.
La protección frente a este es muy duradera y no solo previene el cáncer del cuello del útero sino la aparición de verugas genitales y el cáncer de vagina y de vulva. Aun así las mujeres deben seguir haciéndose las revisiones periódicas oportunas para posibles detecciones precoces de este tipo de dolencias.
¿Quienes y cuándo deben vacunarse del HPV?
Su uso está recomendado en niñas de a partir de 9 años, siendo más frecuente a la edad de 12, pero siempre antes de una posible exposición al virus, es decir, antes de que tengan su primer contacto sexual, ya que una vez que éstas han tenido relaciones sexuales aumentan la probabilidad de haber sido infectadas haciendo casi completamente inefectiva la vacunación.
Existen dos marcas en España: Gardasil y Cervarix.
Ambas presentan la misma pauta posológica, siendo tres dosis necesarias, la segunda será aplicada a los dos meses de la administración de la primera, y la tercera a los seis (desde la primera también).
En principio no son necesarias dosis de recuerdo en los años sucesivos, y no presenta interacción con la administración simultánea de otros medicamentos ni otras vacunas.
¿Cuáles son las contraindicaciones de la vacuna?
Personas que hayan sufrido algún tipo de reacción alérgica a una dosis previa o a alguno de sus componentes.
Mujeres embarazadas. (En periodos de lactancia no se han detectado incompatibilidades).
Mujeres con alguna enfermedad o fiebre el mismo día de la vacunación deberán aplazarla.
Problemas que surgen tras la vacunación
Podría causar graves reacciones alérgicas, pero el riesgo de daño severo o de muerte es mínimo. Generalmente si surgen problemas son leves y desaparecen por sí solos, y suelen ser los más típicos y comunes a todas las vacunas:
-Puede producir dolor, hinchazón o enrojecimiento en el sitio de punción de la inyección.
-Algún pico de fiebre las 24 horas posteriores a la vacunación.
-Dolor de cabeza y/o cansancio.
-Dolor muscular o articular.
-Efectos secundarios gastrointestinales tales como náuseas, vómitos, diarrea o dolor abdominal.
-Hipotensión ortostática tras la punción (leve desmayo que puede prevenirse sentándose o acostándose los diez minutos posteriores a la administración).
¿Qué hacer ante una reacción severa de la vacuna?
Si se presentan reacciones alérgicas graves tales como ronchas o eritemas, hinchazón de las extremidades, facial o de la epiglotis, acudir inmediatamente al servicio de urgencias.